Construida en 1933, lleva desde etonces acogiendo valencianos entre sus paredes. Hecha de ladrillo rojizo, del cual coge su nombre, es uno de los edificios más curiosos de Valencia, aunque pueda pasar desapercibido. Su arquitectura está influida por el estilo expresionista holandés y debes fijarte también en la cerámica verde que cubre sus torres y miradores.
Ubicación: Carrer de Jesús